miércoles, 26 de enero de 2011

HOGAR. Banca Cívica bonifica el 10% de nuestros principales recibos.

Buenas tardes, a todos

Después de la subida de la luz y el gas aprobada recientemente, y con el convencimiento de saber que como mucho a mediados de año habrá otra subida similar, parece aconsejable ver la manera de reducir la factura de dichos suministros básicos.

El próximo 31 de enero de 2011 finaliza una interesantísima promoción de Banca Cívica (unión de Caja Navarra, Cajasol, Caja Burgos y Caja Canarias), que durante un año bonifica con el 10% el importe de los recibos domiciliados de la luz, el gas, el teléfono fijo, el teléfono móvil e internet. En concreto, en Caja Navarra la atención telefónica es excelente, aclarando cualquier duda que se le plantee.

El máximo mensual de dicha bonificación es de 20 euros. Gastar de media mensual más de 200 euros en dichos suministros no parece demasiado dificil, por lo que parece razonable pensar que no es muy complicado percibir todos los meses el importe de 20 euros, es decir, 240 euros anuales.

El importe de la bonificación se considera rendimientos de capital mobiliario, con una retención fiscal del 19%.

Esta promoción únicamente está disponible a través de internet, sin posibilidad de contratarlo en ninguna de las oficinas de las entidades que componen Banca Cívica.

No exige contratar tarjetas, ni ningún otro producto asociado, ni siquiera la nómina. NO ES UNA CUENTA NÓMINA, simplemente consiste en la apertura de una cuenta en la que se domicilian los recibos mencionados y el día 5 del mes siguiente se abona el 10% de los mismos. Así durante un año, desde el primer recibo domiciliado.

Dicha cuenta no tiene comisiones de apertura, ni de mantenimiento ni ningún tipo de gasto asociado.

No hay compromiso de permanencia, cuando quieras te llevas la domiciliación de los recibos a otra entidad y no tienes ningún tipo de penalización.

Está claro que 20 euros mensuales no deberían condicionar demasiado nuestra situación financiera, pero también es verdad que no hay demasiados argumentos para decir NO a una reducción del 10% en una serie de recibos que todos tenemos que pagar mensualmente, sobre todo si no hay ningún tipo de compromiso de permanencia.

Un saludo para todos.
JUBILACIÓN. Qué hacer, como ciudadano, una vez identificado el problema. Parte II.
Muy buenas todos,

Hace unos días expuse los factores que, a mi entender, hacían de la reforma del actual sistema de pensiones una necesidad que no era conveniente ni ignorar ni demorar en el tiempo. Ahora bien, una vez reconocido que el actual sistema público de pensiones es inviable económicamente y, que la futura reforma que venga, sea en el sentido que sea, supondrá un recorte del importe de la pensión a percibir en el futuro, parece no solo conveniente sino necesario, empezar a pensar cómo generar una renta periódica, que en parte compense esa pérdida parcial de la futura pensión.

Ya es una necesidad pensar dónde puedo invertir mi dinero para que me genere una renta temporal (mensual, trimestral, semestral,etc), que complemente mi futura pensión pública y que me permita, al menos, seguir manteniendo mi actual nivel de vida de cada al futuro. Ahora bien, si importante es determinar dónde puedo invertir mi dinero para obtener esa renta periódica futura, tanto o más importante, es tener claro donde no es conveniente invertir para obtener dicha renta, aunque constantemente intenten convencernos de lo contrario. Y aquí es preciso hacer una tranquila reflexión de ese producto denominado planes de pensiones, que a mí personalmente me parece "inadecuado", "poco explicado" y "bastante mitificado", por parte de muchos "expertos" que no paran de recomendar dicho producto bancario.

Mucha gente que vive de comercializar los planes de pensiones, ve en ellos poco menos que la salvación al inviable sistema público de pensiones y, siendo cierto lo segundo, dudo muy mucho de lo primero.

Para mí, los planes de pensiones tienen bastantes aspectos negativos, que pocas veces se explican detalladamente a quienes los suscriben. Sin decir a nadie qué tiene que hacer con su dinero, intentaré explicar por qué no tengo ni tendré un plan de pensiones. Me explico:

1.Siempre se utiliza el "gancho" de la fiscalidad. "Si haces aportaciones a un plan de pensiones, te desgravas mucho en tu declaración del IRPF y pagas menos impuestos", suelen decir algunos. Ese es el argumento constantemente utilizado por cualquier comercial de cualquier entidad financiera, y eso no es cierto. Se falsea la realidad, una vez más.

Cuando se hacen aportaciones a un plan de pensiones, es cierto que te desgravas esas cantidades en tu próxima declaración del IRPF, pero con eso únicamente se difiere o aplaza en el tiempo el pago de impuestos. No supone ni mucho menos que se paguen menos impuestos, simplemente supone que se aplaza en el tiempo el momento del pago de los mismos. Y esto es así, porque cuando llega el momento de la jubilación y se percibe el capital acumulado en el plan de pensiones, más las ganancias obtenidas, hay que clararlos y tributar por los mismos, como rendimientos del trabajo y, es entonces, cuando Hacienda se lleva su parte de la tarta. Por lo tanto, de pagar menos impuestos, a mi modo de ver, nada de nada, y de informar de este "pequeño matiz" al cliente antes de contratar el plan de pensiones, nada de nada.

2. ¿Qué rentabilidad tiene su plan de pensiones?. Mucha gente ni se preocupa cuánto le renta el plan de pensiones. Únicamente, lo contratan para "pagar menos impuestos". La finalidad de un plan de pensiones no es esa. La finalidad es que las cantidades aportadas al plan de pensiones, generen una rentabilidad a lo largo de los años y que esa rentabilidad junto con las aportaciones de capital efectuadas, sean el complemento de la pensión pública el día de mañana.

Baste decir, que gran parte de los planes de pensiones tienen rentabilidades negativas. Según datos facilitados por los propios profesionales de la gestión de planes de pensiones, que puede consultar en la web oficial de Inverco, la rentabilidad media de los planes de pensiones individuales en los últimos 10 años ha sido del 0,73%. Como lo oye¡¡¡. No cubren ni la inflación. Usted puede estar perdiendo dinero y es posible que no lo sepa. Eso sí, quedese tranquilo porque "pagará menos impuestos".

3. ¿Qué comisiones le cobra la gestora de su plan de pensiones?. Es fácil que ni lo sepa. Eso sí, las comisiones de gestión se las cobrarán indistintamente, gane o pierda dinero su plan de pensiones. Es fácil que quien le vendió las maravillas del plan de pensiones, no "concretara" demasiado a la hora de hablar de este "pequeño matiz".

Si su plan de pensiones pierde dinero, le cobrarán las comisiones de gestión correspondientes, aunque usted se pregunte qué gestión han hecho para que aun perdiendo parte de su capital, deba pagarles dicha comisión. Es más, algún "experto" le intentará consolar diciéndole que los planes de pensiones de otras gestoras pierden mucho más dinero que el suyo. 

4. ¿Sabe que el dinero que ingrese en su plan de pensiones, no lo podrá rescatar hasta que se jubile, o tenga la desgracia de sufrir desempleo de larga duración o alguna enfermedad grave?. Eso significa que el dinero que usted ingresa periódicamente, no estará a su disposición si le hiciera falta en cualquier momento antes de su jubilación, salvo en los casos mencionados anteriormente. Esto supone, la iliquidez absoluta de su dinero durante años y años.

Como ve, no encuentro dónde están las "formidables ventajas" de los planes de pensiones. Por eso, ni me gustan como alternativa a mi futura pensión ni creo que haya argumentos de peso para defender esa idea. Eso sí, las entidades bancarias, una vez más, seguirán haciendo caja a costa de la falta de formación de la gente.

Pero como a pesar de todo tenemos que encontrar una alternativa (es decir, encontrar una inversión que nos genere una renta temporal complementaria a la futura pensión), le expondré y argumentaré alguna sencilla idea de inversión, para que elija la que más le guste, según sus posibilidades y su mayor o menor tolerancia al riesgo. Es más, como seguramente se le ocurra alguna otra mucho más interesante, haga el favor de mandarme un mail y muy gustosamente lo leeré y le contestaré al mismo.

Le expongo las tres alternativas, de menor a mayor riesgo, bajo mi punto de vista.

ALTERNATIVA 1: AHORRE y ponga su dinero en cuentas y depósitos bancarios.

Actualmente puede obtener en torno a un 4% anual poniendo su dinero en entidades bancarias adheridas al Fondo de Garantía de Depósitos, sin pagar ningún tipo de comisión o gasto asociado, sin necesidad de contratar productos alternativos ni tener ningún tipo de vinculación adicional con dicho banco, caja de ahorros o cooperativa de cooperativa de crédito.

Entre en http://www.activobank.com/, en http://www.ibanesto.com/ o en http://www.tubancaja.es/, por poner tres ejemplos, y compruebeló usted mismo.

Pagará el 19% de retención fiscal a cuenta de su futura declaración del IRPF y podrá disponer de su dinero cuando quiera, con liquidez absoluta, traspasándolo a otra entidad que le ofrecezca mejores condiciones, sin que le cobren por las transferencias que haga.

Los intereses que le genere serán una sencilla forma de percibir cada cierto tiempo una renta complementaria, tendrá su dinero bien asegurado, a través del Fondo de Garantía de Depósitos y, pagará en su declaración del IRPF un 19%, cuando por el resto de sus ingresos, generalmente rendimientos del trabajo, tributará a un tipo más alto. 

Eso sí, mueva su dinero, preocúpese del mismo, no se conforme con la primera oferta que le hagan y busque la mejor rentabilidad posible. Usted está capacitado para hacerlo, no lo dude. Solo tiene que dedicarle tiempo y estar pendiente de su dinero. Si un "experto" consigue de media un 0,73% al cabo de 10 años, usted que como yo tiene mucho que aprender, puede conseguir desde ya una rentabilidad cercana al 4%, consiguiendo en el peor de los casos al menos igualar a la inflación. Su dinero no perderá capacidad de compra y usted podrá disponer de él cuando quiera.

ALTERNATIVA 2: AHORRE e invierta en acciones.

Busque el mejor precio de compra de grandes valores, con buenos dividendos mantenidos en el tiempo, que estén minusvaloradas en bolsa. Si la bolsa cae, habrá acciones donde merecerá la pena entrar pensando en el medio/largo plazo.

Si invierte pensando en el medio/largo plazo y lo hace en acciones con buenos dividendos, sepa que por el cobro de los dividendos, hasta el importe de 1.500 euros brutos por contribuyente, siempre que cumpla los requisitos del artículo 7 apartado y de la Ley del IRPF, no pagará impuestos, estarán exentos de tributar por IRPF. Por el exceso, tributará al 19%. Por lo tanto, además de cobrar esas rentas periódicas, no tendrá que tributar, al menos, por parte de ellas. Parece más interesante que los planes de pensiones......¿verdad?.

Si busca entre las grandes empresas del IBEX-35, verá que puede encontrar valores con rentabilidades por dividendo superiores al 5%, en Iberdrola, e incluso cercanas al 9%, en Telefónica. Mis favoritas son  Telefónica y el Banco Santander, pero no a los precios actuales. En mi humilde opinión, están caras.Yo no compraría ahora, creo que pueden bajar. Hay que tener paciencia y saber esperar. Puede haber precios de compra muy interesantes, en no demasiado tiempo.

ALTERNATIVA 3: AHORRE y compre un pequeño estudio o apartamento y pongalo en alquiler.

Si quiere adquirir algún inmueble, para después ponerlo en alquiler, aprovechando la caída de precios actual, y es capaz de encontrar algún estudio o apartamento, a un buen precio, sepa que el rendimiento neto que obtenga (es decir, el alquiler que cobre, menos los gastos en que incurra para hacer la "vivienda habitable") puede estar exento de tributación o puede ser reducido en grande parte, tributando únicamente por el resto. Lea la interesante entrada que hizo el pasado 13 de diciembre, mi amigo D. Ricardo Palomino Álvarez, en concreto, el punto 3 de la misma.

Si el alquiler de ese inmueble le genera una renta mensual, que además está exenta de impuestos o reducida en gran parte a efectos de tributación, ¿no le parece éste mejor negocio que los interesantes planes de pensiones?. Parece que sí, ¿verdad?.

Un placer escribir para ustedes, una vez más.

Un saludo para todos.

lunes, 17 de enero de 2011

El caso de Suecia me parece muy ilustrativo. Hicieron la reforma del sistema de pensiones, entre otras muchas, a raíz de la tremenda crisis que asoló el país a principio de los años 90, algo muy similar a lo que está pasando en España actualmente.

Suecia partió de un sistema de reparto como el nuestro y lo sustituyeron por uno mixto, manteniendo el Estado por la vía presupuestaria el pago de las pensiones mínimas de vejez y la denominada pensión de garantía, para todos aquellos ciudadanos que no tienen medios económicos suficientes. De este modo, el Estado garantiza un nivel de vida mínimo a todos sus ciudadanos.

Ahora bien, todo trabajador sueco aporta obligatoriamente un 16% de su salario a una Caja Común (en España, la cotización conjunta de trabajador y empresario a la Seguridad Social ronda el 28,3%). El dinero de esa Caja Común se destina a pagar las pensiones actuales, calculándose el importe de dicha pensión en base a lo que cada trabajador ha aportado a lo largo de toda su vida laboral, no como en España, donde el cálculo se hace en base a lo cotizado los últimos 15 años.

Además, las pensiones son variables, no fijas como en España, donde independientemente de la saludad financiera del sistema de pensiones, cada pensionista sigue percibiendo el mismo importe mensual en concepto de pensión. En Suecia no, en Suecia los pagos se ajustan anualmente a la situación financiera del sistema.

Si se produce un déficit en la Caja que paga las pensiones, automáticamente se corrige recortando la cantidad a pagar a cada pensionista, algo impensable hasta el momento en España. Lo que no se admite, en ningún caso, es que un déficit del sistema sea cubierto a través de los Presupuestos Generales del Estado, es decir, incrementando el gasto público o subiendo la presión tributaria, ni se cubra dicho déficit incrementando el porcentaje de cotización a los trabajadores en activo, ya que eso supondría encarecer la mano de obra.

El sistema de pensiones tiene que ser autónomo, tiene que ser capaz de autofinanciarse, con los ingresos corrientes del propio sistema, sin incrementar la recaudación del mismo con mayores cotizaciones sociales y sin acudir a otras fuentes de financiación ajenas al propio sistema.

Si hay excedente en la Caja Común, el dinero sobrante se invierte por parte de Fondos independientes en los mercados de valores, nacionales o internacionales, con la finalidad de capitalizarlos y obtener una rentabilidad. Las ganancias que se obtengan vuelven a añadirse a la Caja Común. De este modo, si hay superávit se sigue destinando a sufragar las pensiones. Como puede verse, aun siendo un sistema de reparto, los excedentes de la Caja Común se invierten atendiendo a criterios propios de un sistema de capitalización.

Además del 16% anterior que todo trabajador destina a la Caja Común, hay otro 2,5% adicional puede invertirlo en uno de los diferentes fondos de pensiones privados autorizados. Esta es la parte del sistema que se denomina de capitalización pura y dura, donde cada trabajador destina de sus propias cotizaciones una parte a su propia cuenta de pensiones, decidiendo qué tipo de inversión quiere para su propio dinero, de entre los diferentes fondos de pensiones privados, y donde las ganancias o pérdidas que pueda haber las asume él personalmente.

Por último,  y como tercera vía de financiación, casi todos los trabajadores tienen fondos financiados por sus empresas con el 4,5% de su salario.

En conclusión, se diversifican las fuentes de financiación de la futura pensión, se garantiza una pensión mínima que asegura un nivel de vida digno para todos los ciudadanos y, sobre todo, se hace que cada trabajador, se responsabilice de su pensión, como también ocurre con el sistema de capitalización, sin depender de generaciones futuras para hacer efectivo el cobro de sus pensiones, algo que pasa en España con el modelo actual y que es el auténtico problema de fondo.

C) Y, por último, el modelo de Alemania, que es el más parecido al español. Es un SISTEMA DE REPARTO, donde los trabajadores actuales financian con sus cotizaciones las prestaciones que perciben los jubilados actuales.

En Alemania, manteniendo el modelo actual, el aspecto más importante de la reforma, ha consistido en ampliar la edad de jubilación a los 67 años, de modo progresivo.

Parece que las reformas que se apliquen en España y que se aprobarán en el pleno del próximo 28 de enero, con o sin consenso de los agentes sociales, básicamente consistirán en aumentar progresivamente la edad de jubilación hasta los 67 años, en lugar de los 65 actuales, y elevar la base para calcular la pensión, desde lo cotizado en los útlimos 15 años a lo cotizado en los últimos 20 ó 25 años.

A mí entender, son meros parches, creo que no van al fondo del problema, que no es otro que la peligrosísima dependencia que hay entre trabajadores en activo y personas percibiendo una pensión. O dicho de otro modo, que la pensión de cualquier jubilado dependa de las cotizaciones de los trabajadores en activo.

Cualquier reforma que se haga tiene que tener como objetivo prioritario eliminar de raíz esa "suicida" dependencia y hacer que la pensión que se perciba en el futuro, dependa básicamente de las cotizaciones que cada trabajador haya realizado durante toda su vida laboral. Cada trabajador tiene que responsabilizarse de su futura pensión.

Por eso, y porque creo que pasar directamente a un sistema de capitalización, aunque para mí sea el mejor de los sistemas, es inviable a día de hoy, por el gran volumen de pagos comprometidos con los actuales jubilados, que obliga a seguir ingresando en el sistema grandes cantidades a través de las cotizaciones de los trabajadores en activo para poder financiar las pensiones actuales, apuesto claramente por el modelo sueco, con un claro componente de capitalización, tanto colectiva como individual, pero al mismo tiempo con una base de sistema de reparto, que ajuste sus pagos a sus ingresos, sin generar déficits que otras generaciones deban soportar.

Me imagino que un Pacto de Estado en este tema, como en tantos otros, será mucho pedir, pero sería no solo deseable sino necesario que quienes tienen el deber de tomar decisiones, se olvidaran de complejos, demagogias, prejuicios ideolócios y personales e intereses partidistas y pensaran como estadistas, en el interés general y con la vista puesta en las próximas generaciones, y no en el corto plazo, que por otro lado, es lo único en lo que saben pensar quienes dependen de los votos de los ciudadanos.

Si además se derogara el vergonzoso Reglamento de Pensiones y otras prestaciones económicas a favor de los ex-parlamentarios, que otorga a los mismos unas injustificadas, incomprensibles e inmerecidas ventajas a la hora de percibir una pensión, y que es un agravio comparativo claro con respecto a cualquier otro trabajador, podríamos pensar que además de defender unas necesarias reformas, nuestros políticos predicarían con el ejemplo, y el coste de las mismas lo asumiríamos entre todos y no siempre los mismos.

Y si finalmente, no tuvieramos que presenciar el bochornoso privilegio que permite que ex-presidentes de anteriores Gobiernos, de diferentes partidos, puedan compatibilizar el cobro de su pensión pública vitalicia con el cobro de sueldos millonarios en empresas multinacionales, y además se hace a cambio de ejercer de "lobbistas", poniendo a disposición de las empresas para las que trabajan toda su red de contactos logrados en sus años pasados en la política, quízá tendríamos más argumentos para entender la necesidad de las reformas planteadas y no tendríamos la sensación de sufrir la "ley del embudo". Ya saben, "lo ancho para mí y lo estrecho para los demás".

Un saludo para todos, y con esta tercera entrega finalizo mi análisis sobre el presente y futuro de las pensiones.

viernes, 7 de enero de 2011

Tinta ecosolvente para Roland, Mutoh y Mimaki, Consultoriagrafica.es